Pinar del Río.—Con un minucioso cuidado, manos expertas llevan a cabo en esta provincia la restauración de la biblioteca que perteneciera a la afamada escritora Dulce María Loynaz (1902-1997).
Una edición de La Divina Comedia, del año 1908, considerado el texto más valioso de la vasta colección, ha sido el primero en recibir los cuidados de los especialistas, quienes también le han devuelto su esplendor de antaño a otras piezas de la reconocida artista, con un alto valor patrimonial, como al escritorio de madera preciosa, sostenido por las musas de la poesía y la justicia, que le obsequiara su madre cuando se graduó de derecho en 1947.
Luis Enrique Rodríguez Ortega, director del Centro de Promoción y Desarrollo de la Literatura Hermanos Loynaz, explicó a Granma que los más de 2 300 textos llevaban 30 años en esta provincia y nunca habían recibido acción alguna de restauración.
«Aprovechando el impasse que ha provocado la pandemia de la COVID-19 en las instituciones culturales, decidimos emprender este proceso, que incluye, además, una serie de obras de las artes decorativas pertenecientes a la familia Loynaz».
El funcionario recuerda que la destacada poetisa, reconocida con el Premio Cervantes de literatura, en 1992, había donado a Pinar del Río su biblioteca personal, un grupo de objetos familiares de gran valor patrimonial y sus múltiples condecoraciones (incluyendo una réplica del Cervantes, su Premio Nacional de Literatura y su título de miembro de la Real Academia de la Lengua Española).
El proceso de restauración ha abarcado hasta el momento, cuatro pinturas al óleo que pertenecieron a la autora de Jardín y de los Poemas sin nombre, su atril, y varios estantes.
«A finales de año deberán estar concluidas la gran mayoría de los trabajos de carpintería y de las obras de arte decorativas», precisa Rodríguez Ortega y añade que la restauración de la totalidad de los libros tomará más tiempo.
«Muchos de ellos tienen más de un siglo y otros se acercan a los cien años, como un Diccionario de la Lengua Española, de 1925».
El director del Centro Loynaz, radicado en el centro histórico de la capital pinareña, explicó que todas las piezas se encuentran hace años a disposición del público, en una sala-museo que forma parte de la institución.
Autor: Ronald Suárez Rivas, Periódico Granma.