“La honra podrá ser mancillada, la justicia podrá ser vendida, todo podrá ser desgarrado, más la noción del BIEN flotará siempre y no naufragará jamás”
José Martí
Y fue eso precisamente lo que faltó, la noción del BIEN en aquellos que injuriaron al Maestro, en los que ejerciendo el más salvaje de los vandalismos, cometieron una de las afrentas más vergonzosas que haya conocido la sociedad cubana.
El infame acto recientemente perpetrado por tan inescrupulosos elementos, recuerda la noche del 11 de marzo de 1949 cuando un grupo de marines yanquis ultrajaron la estatua de José Martí en el habanero Parque Central. Solo es comparable con aquel hecho que todavía hoy, a setenta años de haber ocurrido, se rememora entre las acciones más oprobiosas acontecidas en la historia de la nación.
Por lo que significa José Martí para Cuba y para el mundo, por la monumental obra que legó para todos los tiempos, por ese amor que hacia él sentimos, inculcado desde la cuna en cada uno de nosotros y por estar reconocido como el más universal de todos los cubanos, los trabajadores del sector cultural hacemos patente el más enérgico de los rechazos contra tan deplorable acción (censurada incluso por muchos cubanos que ni siquiera viven en Cuba) y solicitamos que sobre los que la cometieron, caiga todo el peso de la ley pues personas así, no son compatibles con el proyecto social que aquí se construye.
¡Viva el Apóstol!, ¡Gloria eterna al Héroe Nacional de Cuba!