El Valle de Viñales que inspiró al pintor Domingo Ramos para la creación de sus famosos lienzos, hoy, continúa siendo motivo de inspiración.
El artista – artesano Ebenecer Ballart, también encuentra en él estímulo para confeccionar con la técnica del parche, utilizando retazos de telas , hilos, pigmentos, fibras naturales y diferentes accesorios, un peculiar nasobuco en tiempo de COVID-19.
Con esta nueva pieza rinde homenaje al aniversario XXI, este 1 de diciembre, de que el Valle fuese inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial, en la categoría de Paisaje Cultural de la Humanidad.
A propósito de esta nueva creación, Ebenecer accedió a compartir con los amigos algunas impresiones de sobre cómo surge la idea de la propuesta.
¿Influyó la etapa de confinamiento en concebir este homenaje al valle?
“La etapa de confinamiento por la pandemia ha sido difícil, pero para algunos artistas se ha vuelto contemplativa. Buscando la introspección de algunos códigos sociales actuales nace la idea del nasobuco. Uno como buen viñalero conoce la tradición y pensé: para celebrar este aniversario en aislamiento crearé un nasobuco con los mogotes del valle, esta pieza vuelta imprescindible en el mundo para protegerse del coronavirus también llevará su imagen “.

¿Se podría afirmar que el valle es centro de tus creaciones?
“De alguna manera circunda todo lo que creo. Soy viñalero, por lo tanto, amarlo es incondicional cuando se es del terruño. Mis creaciones estan relacionadas a la vida misma que me transmite vivir en él”.
Para Ebenecer el Valle es mucho más que la tierra de sus orígenes, es una suerte de reafirmación de quien es y un espacio de creación; que confiesa siempre le impregna a su obra un sello y un estilo propio.